Vincularnos en libertad

En la distancia de lo físico se acerca lo sutil. Se acercan tus melodías en mi celular, el olorcito de la ropa que me regalaste, el sonido de tu voz, la foto de esos seres que tanto amo, los recuerdos que llegan en mis ojos cerrados y los silencios que me transportan a ese momento que compartimos entre medio de tambores.

Aprendí a vincularme en la distancia, soltando lo que sostengo, amando lo que me rodea (que somos TODOS) escuchando tus pesares, transformándonos en cóndores sin planes, sin abandonar lo caminado, sin abandonarme en distintos sitios. Bs As amado, Jujuy almado, Córdoba sentida y Misiones maternal... Las tierras que yo elijo por el momento para seguir siempre danzando, moviendo mis caderas aquí y allá, compartiendo los mates que se presentan para celebrar.

Ellas hoy brillan y deslumbran a la vida, a cada ser que se encuentran, porque seamos conscientes, mañana mueren...

Así vive la naturaleza, así aprendo día a día a vivir yo, saboreando cada momento sabiendo que es VIDA, asombrándome, agradecida de cada encuentro porque acá estoy; PRESENTE. Nazco y muero muchas veces, en ocasiones en un mismo día y en cada ruptura entra un poquito más de amor.

Entre las callecitas de Bs As, después de varias vueltas me encontré libre. Volví a unir esta Aye porteña, que ahora se sintió turista entre tantas vueltas de la ciudad. Mas entre tus calles, mi amante Bs As, encuentro tantas miradas que amo y comparto, tantas puertas que se me abren y no solo me dan la bienvenida con grandes sonrisas, sino también añoran el encuentro que se volverá a dar.

He recibido SIES de tanta vida en estos días, que huir de esta Ciudad Furiosa ya no lo deseo, ni necesito... Elijo mis días con otros marcos de fondo, por ello me muevo de tu sitio, mas el miedo a nuestro reencuentro se cayó y se transformo en un hermoso vuelo.

Podría decir que mi mayor miedo, ahora, es LA ESPERA, que a ella me entrego para seguir creciendo amando cada movimiento que me propone el universo.

Pasadita por Bs As, donde la primavera me golpea llena de colores y de seres hermosos que también florecen. Me nutro de ellos, ellos de mí: tomo, suelto y sostengo, gracias.

Gracias por este lugarcito en tu hogar que compartimos, gracias por estar en mi presente sutil, gracias por los mates que siempre se vuelven a repetir.