El presente que implica la abundancia
- Ayelen Maestra
- 28 mar 2024
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 13 jul 2024
Termino de despedirme de estos dos hermosos seres viajeros. Junto a ellos podría decir que vengo viajando hace casi dos meses, (en tiempo viajero una eternidad, ja!).

Se fue "Colombia", porque él es todo aquello que había conocido de ese bello país. Su arte, su locura, su calma, su musicalidad corporal; todo su ser me acunaba en la hermandad que sentí allá entre sus calles, su gente, sus lugares... Despedirme de él, fue tener la certeza que un lazo hermoso se creó y volará por muchas partes del mundo al mismo tiempo.
Ayer se fue Vincent, mi afrodita masculina, un angelito que recién vive por primera vez en la tierra. Para que se hagan una idea en la plaza un niño preguntó si era Jesús, él sonrió... En él encontré a mi hermanoamigo "El Gringo" a quien conocí hace años en otro viaje, casualmente en mi lugar preferido... Verlo irse, tan sencillo y liviano como es, tan inocente y sabio al mismo tiempo, tan calmo y dinámico, tan PURO, me apretó el corazoncito y luego se expandió más de lo esperado.
Se van, se fueron a seguir sus viajes, a encontrar nuevas historias y nuevas energías donde fluir, donde jugar a vivir. Al abrazarlos, un poquito de mí se fue con ellos anhelando tener el privilegio de volver a encontrarlos en algún otro rincón. Sin embargo, la vida es más compleja que eso y más asombrosa, así que lo más probable que al igual que a mi amado Gringo encontrándolo en este nuevo personaje, a ellos los encuentre en otres saltando y riendo.
Viajar, significa (para mí) amar y soltar constantemente, constante ABUNDANCIA. Abundancia, palabra que viene repiqueteando constantemente en mi cabeza y entendiendo su profundidad (o hasta donde YO llego) me pregunto, estoy preparada para ello? Estamos preparados para la abundancia REAL? Esa que da y da y no para de darnos? Entendiendo que al dar, se recibe y se suelta para tomar lo nuevo... Los tiempos a veces son TAN VELOCES que de pronto, por momentos me agoto de TANTO. Despedir con una sonrisa del alma a cada instante sin temor de que algo se corta, sin agonía por el pasado o desilusión por el largo/corto tiempo compartido. Una va aprendiendo a llorar de alegría, a saber que algo se va para que algo nuevo pueda llegar, es un crecimiento de desapego brutal.
No les negaré que se siente un vacío y en lo personal cuesta caer a tierra; pero como todo, también el silencio pasa y cuando uno es consciente se tira en esa pileta de tristeza suave, o profunda, confiada de que el momento nuevo también va a llegar, debido o por, haberla atravesado sin esconderla bajo el tapete. Siento que también se aprende a soltar, por ende cada vez se vuelve más cotidiano.
Puedo decir que a veces extraño cada lugarcito que fui dejando, cada personaje que apareció y ya no esta al lado, cada encuentro maravilloso y presente que deguste. Mas se extraña, mientras sonrió porque miro a mi alrededor y encuentro caras nuevas, un espléndido lugar para seguir deleitando y un futuro incierto al cual cada vez me entrego con mayor fluidez.
Miro y me encuentro en este hermoso pueblo hippie que tanto adoro. Encontré un rinconcito que por el momento lo puedo llamar hogar, donde tengo espacio en calma para estudiar, con mis mates y los pajaritos de fondo cantando. Clases de salsa (entonces mi cuerpo entero estalló de felicidad), gente haciendo cosas lindas por los otres trabajando y uniéndose; en fin, armando una nueva manada de personas que también aprenderé a soltar.
Por el momento estaré en San Marcos, creo que más de lo planeado... Comencé con el proceso de pintar mi termo, quienes me conocen saben que es un objeto que me acompaña a todos lados por ende emprender con esto, es de un placer y dedicación interesante.

He aprendido a estar PRESENTE por más que a veces cuesta, a estar despierta en el hoy; quien sabe que pasará? No es tan relevante donde, sino como me encuentre.
Gracias a cada despedida que nos enseña a volar más ligeros y más alto.









Comentarios