Rutas compartidas

Ayer tuve un día completo de viaje, hoy ya estoy en Merlo en la casita de una Flor bella de esta vida, donde tengo el placer de compartir estadía con cuatro gatos y tres perras... Veremos que sorpresas traerán nuevamente estas cierras.

Mas quiero compartirles lo ocurrido entre 4 personas, 2 humanos completos y yo diría que por momentos millones de seres en un auto; acompañando tantas historias, tantas risas y tantos silencios.

Una profesora de matemática; estudiosa de los números y su espiritualidad, cada vez me convenzo más, una viene de la mano de la otra. Un ex-cura; solo al verlo uno podía sentir su sabiduría calma y amorosa, que ama la vida y la disfruta, en sencillez de árboles y flores. Nuestro chófer Juan; hombre que ha muerto en vida hace poco tiempo, y ahora tienen los ojos de niños asombrados y con ansias de conocer lo que cada nuevo día le tiene para regalar.

Es maravilloso los espejos hermosos que la vida me presenta, los oídos amplios acompañados de la observación que cada vez se pule con mayor precisión. Asombrada de mis muertes constantes y mis vidas aún más ampliadas, donde cada vez logra entrar más y más.

En este viaje, me reencontré con mis ganas de viajar y con lo feliz que mi ser entero se pone cuando vislumbra a la distancia los maravillosos cerros. Me encontré con muchas horas de sueños completándose en esta y otras tierras, las ganas de volver a encender.

Gracias vida por esta fluidez, por estos momentos, meses, días, personas con las que me cruzo en cada momento. Gracias fuerzas, energías o el nombre que le querramos poner, por estos destinos tan poco previstos, organizados y marcados. Gracias a cada palabra que conozco y puedo utilizar para compartir mis sentires que a veces me desbordan y vuelven a expandirme más.