La Coli

Nuevamente por esta belleza de Comechingones, San Luis. Enamorada de sus caminatas, de su silencio, de su solcito Merlino. Aaaaaaagh que placer!!

Dos semanitas en la casita canceriana de Blancanieves, con sus 7 animalitos, mis hojas y libros, el frío y el desayuno en el sol. Así, comunicándome a través de la distancia, tocando la puerta de mi amiga en Jujuy, brindando con una porteña y meditando con mi madre en Misiones... Aprendiendo a tomar las distancia desde un lugar completamente libre de amor. Esta, como muchas otras semillas, se ha instalado en mí y viene floreciendo.

Además, encontrarme con Alfred; un amigo que me quedó y a quien deseo poder visitar una y mil veces más, a tomarnos mates de risas y noches de vinito. GRACIAS! Porque nuevamente, me mostras que hay familia más allá de la sangre, del tiempo y de la duración. Tuve el placer de reunirme con el ser más gracioso de esta ciudad, encontrarme que lo "gruñón", no se le quito en estos meses, pero tampoco su dulce manera de observar la realidad, brindo por todas estas personas bellas que la vida me encuentra!

Disfrutar de la tranquilidad, del silencio, del estar sola en mi hogar temporal (bueno, casi sola). Regocijarme con un pucherito caliente, tener el tiempo de hacerlo, disfrutar y alimentarme desde ese único sabor de auto-mimo. Tomarme un tecito caliente de: "¡¡ Increíble día fue hoy también, a dormir (22.00 hs)!!" Esos momentitos que al vivir en compañía una los deja descansar... Pero recordarlos cada tanto; es un tesoro precioso de degustar.

Por último y más importante...

Mis 7 compañeres de hogar. Juana, la madre adulta para todos, con alma adulta y cachorra, que a veces se presenta a jugar con su pelotita que no quiere soltar, y otras, es la abogada donde hay injusticia. Lila, una bebota que se cree peso pluma y se va desnudando con los vecinos (me volvió sin collar) tuvimos una charla al respecto. Pupi, perra buenaza de los vecinos, que lastimosamente se pierden la belleza del animal que los acompaña y ella siempre termina en nuestra puerta, donde siempre es alegremente recibida.

Ahora, ellos 4 de bigotes...

Quito, el machote blanco del grupo. Se hace el malo con los pajaritos y después duerme como un bebé en mis pies. Perú, el primer día: miedo por mil a lo desconocido; ahora, el campeón en robarme la comida y mirarme sabiendose hermoso je. Néstor, el gordito mimoson, siempre me conquista con sus ojitos de amor aunque me haya descompaginado toda la compu. Yyyyyyyy, mi preferida... (Sí yo tengo preferencias, en otro capítulo evaluare que tan mal o bien esté, pero por el momento SOY lo que hay). LA COLIfata, gatita hermosa que le falta una pata. Ella, es la más suave y de cristal del equipo. Miedo a montones, pues perder una patita debe ser algo tan difícil de superar, que luego; amar la vida, también es aprender a amar el dolor. Por ende, brava para con todes... Mas, detrás de este caparazón que se inventa, es TAN TAN amorosa que simplemente me flechó. Dormir con ella en mi pecho es lo que más voy a extrañar, observarla tan poderosa y resiliente, o cuando se recuesta en la tierra para que te agaches y le compartas una caricia... Aagh cuanta cuanta belleza en la simpleza!

Este tremendo equipo que encontré de la mano de mi hermosa amiga, a quien agradezco su confianza, será digno de un HERMOSO Y AMOROSO recuerdo, que me cargo en mi mochilita del alma para que flote para siempre.

Creíble es volver a un paraíso Argentino en tan poco tiempo; agradecida a cada personaje que pasó por estos días en mi pantalla, a los de cuatro patas y a los Merlinos que tan cómoda siempre me hacen sentir. Agradecida a la naturaleza que en su inmensidad, logra dejarme respirar, escuchar, estudiar y saborear los días. Gracias, a este camino de viaje que parece que continuara por un tiempon más.

Ahora, me voy a encontrar con unas brujas lindas en Capilla con las que aprendo a ser acompañada mientras acompaño. Chochaza, de tener un día de luna llena y del amigo junto a tantas y hermosas polleras.