Capilla, primera temporada

• Llegué justo para el cambio de dueños, justo para una revolución de movimiento y energía, justo para ese remolino intenso y divertido de lo nuevo.

• Junto a ello, conociendo personajes hermosos que acompañaban el momento tan concreto y profundo de un espacio que volvía a resurgir, entre charlas, mates, caminatas, empanadas, recetas compartidas y miradas cómplices. Fueron 15 días muy movidos, no sé dónde estuvo el lunes o donde se movia el viernes todos eran días de un necesario presente que pedía toda la atención.

• Mis caminatas y momentos solitarios, mis lecturas en el sol con el agua fluyendo por cada parte de mi cuerpo, diluian mis mochilitas energéticas que cargaba en la espalda de tanta demanda necesaria del presente. La naturaleza, como siempre me abrazaba me mimaba, me escuchaba y acunaba... En este gran viaje estoy aprendiendo mucho, pero lo que mejor he comprendido que La GRAN madre naturaleza siempre siempre me regocija ella es mi mejor refugio, mi mejor amiga. Gracias

• De pronto, carnavales; de pronto todas las personas se movieron y se fueron a distintos rincones. Algunos, sacaron el diablillo de adentro en ese norte amado de mi alma (con ellos una parte de mí) , otros volvieron tras su sueño con voluntad a esa gran y hermosa ciudad de la furia, con miedo por lo que vendrá, pero sobre todo con la emoción como bandera; el resto nos retiramos a descansar y el hostel quedó suspendido en el tiempo (para mí)...

• Logre hacer una escapada a San Marcos, lugar hermoso y de mis preferidos (siempre lo ha sido), junto a un ser maravilloso y hermoso que tanto como yo, necesitaba PAZ. Que increíble fue encontrarla de nuevo, fue sentirla tan plena para volver a lo que sigue, logrando ver lo maravilloso de estar viva. Escuchar el río cantando, la lluvia acariciando, el sol pintando, la música acompañando, la miel envolviendo toda esa dulzura del momento. Gracias .

• Hoy nuevamente en "Puerta azul", donde no paran de pasar cosas, encuentros, momentos; a la espera y con entusiasmo de lo que pueda llegar a pasar. Agradecida de estas ganas locas de moverme por aquí.